viernes, 14 de agosto de 2009

Mi lectura favorita

Un repaso a la prensa local en cualquier día de agosto puede ser toda una experiencia que te hace dudar de la rentabilidad de tu inversión, al menos que te lo tomes como una pequeña aportación personal para que no desparezca uno de los medios que mejores ratos te hacen pasar en esta vida.
Y no será que el verano no viene calentito. Los únicos que se han ido de vacaciones son los miembros de la oposición que solamente aparecen en videos grabados y con cara de pocos amigos intentando desviar la atención con presuntas tramas de espionaje y filtraciones que dejarían estupefacto de envidia a Steig Larsson si pudiera, naturalmente. Seguramente el escritor sueco tendría en nuestro país tema para varias trilogías igualmente suculentas si hubiera contado con asesores de la talla de Cospedal o de Montoro. Avatares del cruel destino,la muerte siempre tan inoportuna…
Tenemos la crisis, la gripe A, la sempiterna banda de descerebrados terroristas o nuestra cosecha local; el Palma Arena, la financiación del PP o el Plan de Inversión Local que está llenando nuestro verano de carriles bici, vallas, polvo y “trabajadores”, muchos trabajadores que están minimizando la repercusión laboral que una mala temporada no hubiera dejado en un verano “flojillo”.
Pero la prensa prefiere deleitarnos con otras suculentas actualidades, por ejemplo las declaraciones de Álvaro de Marichalar, dando consejos sobre crisis y luciendo nueva novia caucásica junto a su bronceado de aventurero y navegante. Todo un ejemplo pensará Rosa Diez que, recordemos, lo fichó como cabeza de lista en Soria. O la espeluznante primicia de que las candidatas a Miss Universo han visitado un parque de atracciones en las Bahamas.
Todo convenientemente aderezado con la columna de nuestro favorito conservador que hacía quinielas sobre quien relevaría en su cargo al Delegado del Gobierno tras las declaraciones del Sindicato de la Policía, por cierto, otra vez más un intento de desviar la atención sobre el verdadero problema, el desvío de fondo público para “supuestamente” financiar un PP (Partido Político, sin ánimo de ofender).