miércoles, 10 de noviembre de 2010

Carta oberta al PP Balear...

Desconfien vostès de la justícia i es manifesten com un partit antisistema, en canvi es personen com a acusació en diversos processos per justificar la seva defensa, la qual cosa no deixa de ser legítim i legal però clarament incongruent.Se’ls omple la boca acusant el Govern Balear de pagar la substanciosa suma de 29 euros mensuals a la gerent de la Fundació Balears a l'Exterior (quantitat que ha estat reintegrada en constatar l'error) i en canvi ni es ruboritzen quan se’ls recorda que alguns administratius, imposats a dit en l'anterior legislatura, cobraven 4.000 euros al mes o el que la nòmina d’un xofer fos de 10.000 euros, encara que no tingués cotxe.Justifiquen vostès la seva NO al pressupost de l'Ajuntament per les dificultats a negociar el pressupost del Govern, anteposant els seus interessos electoralistes a les necessitats locals dels ciutadans i oblidant que és exactament en la gestió municipal on es reflecteix la veritable acció política, on les idees i les filosofies es materialitzen en beneficis per a tots i totes.Exigeixen la paralització immediata del projecte del tramvia posant sobre la taula la seva aposta pel metro, però sense parlar de comparatives econòmiques sobre els costos i rendibilitat de les dues propostes i sense oferir un sol informe econòmic de la seva opció.En definitiva, segueixen vostès amb la seva estratègia demagògica de llançar idees al vent alegrant-se de la situació econòmica i sense aportar cap idea positiva, encara que això sí, intentant fer oblidar que l’herència de la seva gestió és part de la situació actual, una herència que vostès tracten d’oblidar, però que els Tribunals i els Ciutadans s’encarregaran de recordar.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Estamos ante el final de la Democracia?

Contemplamos los demócratas con estupor la estrategia de los conservadores cuando se presentan como los garantes de la democracia y de los derechos sociales.

No sabemos si lo que se está haciendo es dudar de la inteligencia de los ciudadanos o simplemente, nos están intentando tomar el pelo descaradamente, pero lo que no es de recibo es la hipoteca de tus convicciones, si realmente las has tenido alguna vez.

La descendencia ideológica Girondina, que debiera ser esgrimida con cuestionado orgullo por la Derecha europea ha dejado paso a un discurso opaco pero mediático y que parece ser que les está dando buenos resultados, si nos atenemos al repunte de la Derecha en la representatividad europea o a los últimos sondeos de intención de voto publicados últimamente.

Pero contemplemos con detenimiento uno de los argumentos utilizados por los conservadores. El recorte de los impuestos solamente puede beneficiar a quien no cree en el Estado y que, por lo tanto, promueve la iniciativa privada como único medio para reactivar la economía. Por otro lado, hoy sabemos que cerca las 5.000 entidades empresariales que forman parte de la CEOE, tienen contratados a 35.000 empleados que viven exclusivamente de los fondos que consiguen a través de las subvenciones públicas, subvenciones que se dan a costa de los impuestos que ellos mismos quieren abolir.

La desaparición del Estado y de su posición intervencionista frente a la liberalización de la economía y el reino del egoísmo. La máxima “mientras yo esté bien, a los demás que les den”. El fin del altruismo y de la solidaridad en las Instituciones. Esas son las verdaderas intenciones políticas del PP y quedan reflejadas en el fondo de sus últimas intervenciones. Sus ataques al Estado de las Autonomías justifican su profunda insolidaridad y su satisfacción por la situación de crisis económica parece venirles bien a su ideal liberal.

Sus hermanos europeos no parecen hacerlo mejor. La diáspora xenófoba del gobierno Sarkozy o los recortes del gobierno Cameron reflejan una extraña “hoja de ruta” que parecen seguir los líderes conservadores. Unos dictámenes emanados de la mayoría conservadora en Bruselas y que dan la razón a los augures que presagiaban el fin del Estado Social a los que menospreciaban la influencia del Parlamento Europeo.