Las orejas del lobo.

Aún no han pasado los cien días de rigor y el nuevo ejecutivo ya empieza a mostrar sus deficiencias. Atasco en el Govern y en el Consell por falta de organización interna titula uno de los rotativos de nuestra Comunidad, un titular que nos sorprende vista la superioridad con la que los conservadores llegaron a sus sillas. De momento, sabemos que los populares se han subido los sueldos porque son mejores, ahora toca demostrarlo.
El Conseller Company recomienda a los ciudadanos que se comporten como medida para evitar los incendios forestales, el Conseller Bosch reduce asesores en educación a "solamente" 155, cuya función principal será aportar su experiencia (sin más explicaciones), otros consellers aún no han empezado a trabajar y mientras la Sra. Salom sigue sin atender a los que pedimos la continuidad de la Televisión de Mallorca o el Sr. Bauzà sigue reuniéndose con empresarios. Curiosas y elocuentes las intenciones de los banqueros de facilitar créditos al ejecutivo autonómico balear porque, ahora si, existen garantías de cobro (aviso a los navegantes).
Algunas de las soluciones de los conservadores son los sacrificios laborales para los funcionarios, propuestas por CiU en Cataluña o los copagos sanitarios en Italia, que van desde los 10 euros por visita o 25 euros por urgencia, es decir, medidas que gravan a los de siempre.
Rubalcaba recordaba hace poco, en una entrevista en la radio pública, que la crisis se ha cebado en las clases media y bajas. Una situación que puede convertirse en irreversible si no se produce una mejora compensatoria a medida que la situación de crisis vaya remitiendo y que tiene que repercutir en aquellos a los que la crisis no ha afectado o lo ha hecho en menor medida. Unas medidas que no están en la hoja de ruta del PP y si no, tiempo al tiempo...