lunes, 7 de marzo de 2011

De la importancia de ser hijo de...

La historia nos da continuas muestras de la importancia del linaje, al igual que el refranero popular. Todos sabemos de donde le viene al galgo y si no, que se lo pidan, los que puedan, a Julio César, al comprobar que el nombre que eligió para su hijo, no fue casual.

De hijos de ilustres, todos tenemos gratos recuerdos, quizás por ese motivo esta es una de las señas de identidad de nuestras monarquías rancias y que no casualmente han sido copiadas por las dictaduras que pululan en no tan remotos continentes y que hoy están, de nuevo, en nuestra más cruda actualidad.

Pues bien, de nuevo comprobamos que el ascendiente es un mérito, y que otros factores, como pueden ser un buen aval curricular no pueden ser comparados con la garantía que nos da un buen apellido, faltaría más. Y todos sabemos que, la fidelidad, es como el valor, se presupone…

No hay comentarios: